Hecatombe es tal vez la palabra que mejor resume lo que es Colombia: un país “bautizado” con sangre y construido con muerte. Su historia, una oda a la guerra que comienza con la violenta conquista de su territorio por los colonizadores europeos, que dejaron tras de sí el rastro de sangre del genocidio de los pueblos indígenas y la esclavitud de las comunidades negras secuestradas y traídas de África.

La misma sangre que fue derramada para alcanzar una falsa independencia que a esos pueblos los mantuvo en la servidumbre y que dio inicio a ese largo camino, que llega hasta nuestros días, de saqueo de las riquezas naturales y las producidas por el trabajo de las clases populares a manos de una oligarquía que parece evitar ponerse rancia bañándose con el bálsamo de la corrupción y la muerte. La misma sangre que fue ofrecida en las innumerables guerras civiles durante el siglo XIX; esas que solo culminaron para dar paso a una conflagración peor, el conflicto armado, político y social que hemos vivido por más de seis décadas y en el cual al “sacrificio” de sangre de lxs indígenas y negrxs, se le suma el del resto de las gentes subalternizadas.

Y es justamente sobre esta historia trágica, y recordando a todxs sus caídxs, que nos canta la Hecatombe de Grinding. Este disco es el resultado de un maridaje perfecto entre crudeza sonora y contundencia lírica que eriza la piel, pues cada uno de sus sonidos transmite la rabia e indignación que las escenas de esa guerra, que hemos vivido casi de forma permanente, han dejado en nuestra memoria colectiva. Las brutales combinaciones de guturales y rasgados evocan los gritos desgarradores de las millones de víctimas, mientras los blast beats resuenan como ráfagas de fusil, pero, al tiempo, se siente el bombo casi que golpeando el pecho rememorando los tambores de la música tradicional con la cual los pueblos oprimidos se preparan para resistirse a esas olas de muerte y con las que han acompañado sus luchas. Todo esto, complementado grandiosamente con los riffs de la guitarra y la distorsión del bajo, electrizan el cuerpo haciendo imposible quedarse inmóvil y no marcar cada compás.

Hecatombe, además, es un disco que le da continuidad a Anatomía de una Guerra tanto en la composición musical como en la temática de las letras. Por ello, obviamente, mantiene la base del sonido extremo y descarnado inconfundible de Grinding, mas, lo consolida imprimiéndole mayor rapidez y firmeza. En sus canciones hay muchos cambios de intensidad y velocidad, ilustrando perfectamente las transformaciones y dinámicas políticas, económicas y sociales vertiginosas que caracterizan el conflicto. En las letras, si Anatomía nos hablaba de lo que sucede durante la guerra, Hecatombe describe lo que queda después de su paso, mostrando como eso es simplemente el resultado de la relación constitutiva entre el capitalismo, la democracia burguesa y la guerra para lograr el mantenimiento y reproducción del sistema de dominación imperante.

Así, Hecatombe es un rugido profundo que responde al contexto en el que fue concebido, puesto que es imposible no afectarse por las injusticias y atrocidades que suceden a nuestro alrededor diariamente en Colombia, Nuestra América y el mundo. Es un trueno singular que canaliza una furia que no quiere y ya no puede ser contenida. Es un digno exponente del ruido latinoamericano, cargado de odio y fuerza resultado de los más de 500 años de opresión y muerte que no puede dejar de escucharse.


Prologo por Andrea (Automatika)